Hoy vengo a compartirles un tema del que se habla mucho pero no siempre correctamente. La palabra estrés se utiliza muchas veces como sinónimo de cansancio o agotamiento pero involucra muchos más aspectos en la salud de la mamá y del bebé durante el embarazo.
Sabias que los efectos más conocidos del estrés materno en el embarazo son:

  • Visitas con mayor frecuencia al obstetra
  • Abortos espontáneos
  • Bajo peso al nacer
  • Partos prematuros
  • Mas cesáreas programadas e intervenciones innecesarias
  • Depresión en el embarazo y en el puerperio

Diversos estudios han confirmado que el estrés materno durante el período fetal puede condicionar el desarrollo emocional y conductual del niño/a incluso hasta el inicio de la edad adulta. Este hallazgo por sí mismo confirma la necesidad de prevenir, diagnosticar y tratar precozmente los trastornos de ansiedad en el embarazo.

Desde luego que los motivos para ello no son sólo la prevención de las patologías mentales en el futuro niño/a, sino aliviar el mismo sufrimiento materno. (Adaptación de un artículo de la Dra. Ibone Olza Fernández, llamado: “Efectos de la ansiedad materna en el embarazo”)

¿Entonces, es posible hacer algo para revertir lo sucedido durante el embarazo?


No olvidemos que tales cambios no están inscriptos en los genes, no son genéticos e inmutables. Se produjeron por influencias ambientales, en este caso en la vida intrauterina o perinatal.

De manera que teóricamente tales cambios también pueden ser revertidos y hay un enorme campo de acción terapéutica.


Necesitamos de información para saber que es lo que nos puede estar pasando. No dudes en consultar con un/una profesional perinatal que te pueda acompañar en este momento.

¿Atravesaste alguna situación similar? ¿Pudiste pedir ayuda? ¿Te generó culpa? Las y los leo